Caquetá
Subordinación y humillación
El departamento del Caquetá ha sido protagonista y ha sufrido el rigor del conflicto armado en todas sus dimensiones, son múltiples las situaciones que dan lugar a distintas formas de subordinación y menosprecio a las que han sido expuestos maestros y maestras en el territorio desde su ruralidad. Pese a los momentos de esperanza que vivieron las comunidades en el contexto de la firma de acuerdo de paz, la ruptura en su implementación ha exacerbado las violencias y quebrantando la armonía y el ambiente para el ejercicio profesional del maestro y su rol en la escuela.
Los maestros han sido silenciados por actores armados presentes en el territorio, son obligados a callar, deben cumplir las restricciones para movilizarse y no pueden hablar sobre lo que ha pasado en el contexto del conflicto armado, en una especie de parálisis moral ante las violencias estructurales que permanecen en la periferia y ante un estado ausente, al que pareciera que solo le interesa que los niños y niñas aprendan a firmar y de esta manera disminuir los índices de analfabetismo, pero que sus acciones no corresponden con las necesidades educativas en esta región.
Caquetá
Resistencia
El departamento del Caquetá ha sido protagonista y ha sufrido el rigor del conflicto armado en todas sus dimensiones, son múltiples las situaciones que dan lugar a distintas formas de subordinación y menosprecio a las que han sido expuestos maestros y maestras en el territorio desde su ruralidad. Pese a los momentos de esperanza que vivieron las comunidades en el contexto de la firma de acuerdo de paz, la ruptura en su implementación ha exacerbado las violencias y quebrantando la armonía y el ambiente para el ejercicio profesional del maestro y su rol en la escuela.
Los maestros han sido silenciados por actores armados presentes en el territorio, son obligados a callar, deben cumplir las restricciones para movilizarse y no pueden hablar sobre lo que ha pasado en el contexto del conflicto armado, en una especie de parálisis moral ante las violencias estructurales que permanecen en la periferia y ante un estado ausente, al que pareciera que solo le interesa que los niños y niñas aprendan a firmar y de esta manera disminuir los índices de analfabetismo, pero que sus acciones no corresponden con las necesidades educativas en esta región.