Los alcances del conflicto armado en Colombia se pueden evidenciar en el alto número de víctimas mortales que, de acuerdo con el Grupo de Memoria Histórica (2013), fue de 220.000 personas entre 1958 y 2012. Sin embargo, el Observatorio de Memoria y Conflicto presenta una cifra actualizada, la cual indica que para el año 2018 se registran 262.197 víctimas fatales. En este sentido, la Ley de Víctimas 1448 de 2011 reconoce dentro de los hechos victimizantes, con relación al arrebatamiento del derecho a la vida, actos terroristas y homicidios. Para este taller nos centraremos en los homicidios, específicamente en dos modalidades: asesinatos selectivos y masacres.
De acuerdo con el Observatorio de Memoria y Conflicto, hasta el año 2018 se registraron 178.056 víctimas de asesinatos selectivos y 24.518 víctimas de masacres. En este sentido, estas cifras resultan alarmantes, ya que 82%, de las personas que perdieron la vida, en medio de estas acciones violentas, eran civiles, mientras que el 18% eran combatientes. Es importante resaltar que estas acciones fueron perpetradas por distintos actores del conflicto armado, entre los que se cuentan guerrillas, grupos paramilitares, fuerza pública y grupos armados no identificados.
Aunado a esto, y teniendo en cuenta el enfoque diferencial, el último reporte del RUV (2019) indica que 21.945 de los homicidios, acaecidos en el territorio nacional, fueron perpetrados en niños, niñas y adolescentes entre 0 y 17 años. De esta manera, es posible afirmar que la primera infancia, la infancia y la adolescencia son víctimas directas de homicidio, en el marco del conflicto armado en Colombia.